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viernes, marzo 31, 2006
Me pasa que hoy siento que las cosas mas importantes que me han ocurrido nunca las he dicho yo. Siempre existe alguien que se me adelanta y las divulga, apelando siempre a las "buenas intenciones". Bueno en eso estaba absorta mientras conducia por la carretera y veia todo gris. Las nubes oscurecian el cielo y parecia que la lluvia era inminente, pero de pronto las nubes comenzaron a disiparse y poco a poco se fue descubriendo un hermoso cielo azul y en la radio del auto comienza a sonar una vieja cancion de Alberto plaza que inunda el auto y poco a poco comienzo a cantar...... Esto es!!! lo que siempre te he querido decir y nuco he podido decirlo de la manera correcta. Esto es para ti.
No me pidas más de lo que puedo dar, cada uno tiene su mayor anhelo, no le quites alas a la libertad, porque ya ha empezado a levantar el vuelo.
No me pidas más de lo que puedo dar, tengo a mano la alegría y la tristeza, me acompañan y me ayudan a cantar, por eso las dos se sientan en mi mesa.
Yo no puedo ser perfecto, tengo miles de defectos, tengo lágrimas y tengo corazón, si me pides que mejore, mis fracasos mis errores, dame tiempo para ver si puedo andar.
Y yo te seguiré, donde vayas tú, y me quedará a tu lado.
No me pidas más de lo que puedo dar, yo soy lo que ves, no soy más que vida, que ha escogido a mi cuerpo para descansar, y seguirá camino alguno de estos días.
Yo prefiero darme tal y como soy, con todas mis dudas y contradicciones, yo no quiero fabricar una mentira, para retenerte, para estar contigo.
Sólo una cosa te voy a pedir, no le hagas caso a mi melancolía, algunos días es más fácil sonreír, pero este no es uno de aquellos días.
Hay frases que nos persiguen desde niños, que llenan nuestros pensamientos, a veces incluso de forma inconsciente.Antes pensaba "A la tercera es la vencida". Ahora sé que a veces se necesita más paciencia y constancia. A veces se consigue a la sexta, a la novena... lo importante es no dejar de intentarlo.Antes creía "Querer es poder". Pero aprendí que querer es un requisito indispensable pero ni es único, ni garantiza nada. En ocasiones ni queriendo se puede. A veces porque no está en nuestras manos, a veces porque no todo se cosigue por mucho esfuerzo que pongamos. "Hazlo o no lo hagas pero no lo intentes". Hasta que aprendí que es mucho más importante intentarlo siempre, aún cuando no se consiga."No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". Pero a veces es necesario esperar, tener las ideas claras, los nervios calmados, no precipitarse."El que la sigue la consigue". Pero no siempre es así, a veces la perseverancia no da el éxito."A buen entendedor pocas palabras". Pero hasta el mejor de los entendedores necesita a veces que se le digan las cosas más claras. Porque nadie puede adivinarnos el pensamientos ni leernos siempre entre líneas.Pero hay algunas frases en las que sigo confiando:- No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti.- Si no quieres que nadie se entere, no lo hagas.- Si lloras por no ver el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas.- La última ilusión es pensar que se han perdido todas las ilusiones.- Nunca digas de este agua no beberé
jueves, marzo 30, 2006
Hoy buscas en mí un amigo que haga un poco porque alcances lo que anhelas, un amigo sería yo si te apoyara contra todo lo demás a un amigo tu dicha le haría feliz aunque esta te llevara lejos y te fueras más allá de donde yo te habría podido acompañar.
No me pidas ser tu amigo porque hay cosas en mí que este día no entiendo por ejemplo: que no puedo ser ese alguien que piensa en la comprensión y ésta solo me daría tranquilidad si a la vez tu me comprendieras, esta tarde que me hace abrazarte fuerte cuando me dices adiós.
Un amigo te diría que todo marcha mientras se muerde los labios, y por ti, no extrañaría cada fin de año los días que no volverás.
Un amigo dejaría de hablar de cosas que sabe que te harán falta para hablarte de lo que hay más adelante aunque yo me quede atrás.
Sé que siempre fui el contigo que tuviste cada instante de tu vida, alguien que lo daba todo sin pedirte ni siquiera la verdad.
Siempre tuviste a este cómplice que vino sin que le necesitaras porque concebía el mundo desde tus ojos si ellos me querían mirar.
No me pidas ser tu amigo cuando me dejas saber que ya te marchas no soy tan civilizado para comprender sabiendo que te vas, para ti seré aquel que hoy lo pierde todo porque no supo escucharte que para mí sólo seré un extraño en paz que nunca te dejó de amar.
jueves, marzo 02, 2006
Hacer el amor...
hacer el amor es como estar naciendo. Es amanecer en todo el cuerpo. Es no tener pasado ni recuerdos. Es ceñirse a la piel que enguanta la carne estremecida, el grito, el mar bullente, las rítmicas oleadas de la sangre, la torva oscuridad de los abismos, las barcas sin amarra, la lava del volcán, el rosal florecido, la voz ronca que murmura palabras sin sentido. Es replegar las alas y acortar los vuelos, aplastar violentamente la tierra con nuestro peso. Es circunscribirse exactamente a los límites de nuestro propio dibujo, sin salir ni un milímetro de ese contorno que todo lo aprisiona y lo contiene. Que entren las explosiones, no que salgan. Que los caminos huyan hacia adentro. Que el deseo sea red de trama muy cerrada que no permita que los peces huyan. Que los aprisione, vivos, en movimiento, relucientes. Que haga bajar las estrellas, que las estrellas pongan luz en cada célula. Que el cielo baje, todo el cielo. Y que el infierno suba y crezca, como un bosque brotando lentamente en ese cielo. Hacer el amor es estrenar las ansias, es convertir caricias y los cinco sentidos en algo nuevo, nunca antes usado. Es abrir a golpes de machete un camino en medio de la selva enmarañada, acelerar la savia de las plantas y agigantarlas. Es ver por primera vez. Oír por primera vez. Tocar por primera vez. Oler por primera vez. Sentir por primera vez el gusto agridulce de la transpiración y los jazmines. Que cada vez sea la primera vez, como un ciclo que empieza, como comienza el día y como comienza las cuatro estaciones. Hacer el Amor es multiplicar por dos todo lo bello, lo mágico, lo bueno, lo creativo. Y es dividir por dos todo el dolor. Es darlo todo y esperarlo todo. Es tener la generosidad más exagerada y a la vez el egoísmo más atormentado. Es que el otro sea tu, y tu el otro, y ambos sean sabios, sepan de qué manera y con qué ímpetu se puede lograr la unidad perfecta. Cuáles son las palabras del mantra secreto que les salvará la vida, que les disolverá la angustia y el miedo. Es la sed del desierto interminable. Y es, de pronto, la jugosa fruta que la abreva. Es ser cántaro y canto, playa quieta y tormenta, lámpara y relámpago. Suavidad de satén, aspereza de tronco, huracán y silencio. Juego sereno, caballo desbocado, vértigo. Escalar altas cúspides. Descender hasta el fondo del océano. Marearse entre nubes y medusas. Es explotar el otro cuerpo viéndolo hermoso, aunque no sea hermoso, porque lo que lo vuelve hermoso es lo que se siente, lo que hace vibrar, estremecerse, lo que te hace sentir, lo que te brinda. Hacer el amor es vencer a la muerte, relegarla, perderle la pavura y el respeto. Es concentrarse en el sentir del otro como el verano se concentra para hacer las ciruelas. Es ser un puerto al que los barcos llegan. Es el camino que nos trae de regreso. Es creer y quitarse de encima las costumbres y los prejuicios para poder ser otra vez niños. Es poner las dos manos para detener todas las flechas que fueron disparadas. Saber que la puerta está abierta, pero nos quedamos. Y nos quedamos porque el amor nos necesita y lo necesitamos, porque el encuentro de dos seres que se aman es el verdadero milagro, el más difícil, el más importante. Hubiéramos podido cruzarnos por ahí sin vernos, mirando hacia otro lado, distraídas... O haber pasado a diferentes horas por el mismo lugar, o no haber pasado nunca... Y no nos hubiésemos encontrado. Tuvo que haber un "algo", un mandato divino, una muy bien estudiada casualidad, para que, entre los cientos de millones de habitantes del mundo, tu y yo coincidiéramos en el mismo lugar al mismo tiempo. Y que tu supieras. Y que yo supiera. Para que alguna vez los dos supiéramos... alguna vez, quizá, que hacer el amor es siempre un estreno, como enamorarse, y no subir, volar a las estrellas, sino traerlas a nuestra geografía imperfecta, para que las estrellas produzcan el luminoso incendio, el fuego purificador que transforma la carne en todo el cielo...
miércoles, marzo 01, 2006
Amar es una actitud interior
Muchas personas creen que es fácil amar y que solo necesitan encontrar a alguien quien amar. Peor aún, piensan que el problema está afuera y que lo que necesitan, es hallar a alguien que los ame. El amor, siendo algo tan importante, pensamos que hay que dejarlo a la deriva, que ya aparecerá la mujer de nuestra vida. Lo curioso, es que no operamos de la misma forma en otros ámbitos. Por ejemplo, si quieres ser la mejor estudiante de tu clase, sabes que no lo dejas a la deriva. Cuestionas, investigas y pruebas formas de estudio para aprender y ser la mejor. Y en el amor, que es la meta que muchas anhelamos, creemos que solo debemos recostarnos en el sillon y esperar. El amor llegará solito. Pensar que solo necesito una persona por la que sienta amor, equivale a pensar que voy a ser una magnífica guitarrista sin estudiar los principios básicos para tocarla, y que solo necesito la mejor guitarra. Y cuando la tenga…. ¡voy a tocar la quinta sinfonía de Beethoven! Ilógico ¿verdad? En el amor, primero tienes que comprender los principios básicos y la naturaleza humana. ¿Por donde empiezo? Debes empezar por ti. Tienes que cambiar desde el fondo de tu ser. Dejar de juzgar a tus parejas o candidatas por características físicas de la mujer ideal. Deja de ver experiencias del pasado en tu relación de hoy. Una persona puede tocar tu alma y no tiene nada que ver con tu tipo de mujer ideal. Tampoco, con las malas experiencias del ayer. Tiene que ver con la sintonía de dos almas que se encuentran y se reconocen. El cuerpo es solo un vehículo. Y cuando limpies tu alma de bloqueos, verás la vida como es y a tus parejas como son. Verás a las claras sus defectos y sentirás amor por ellas. Comprensión e interés sincero por la vida de tu pareja, es esencial para experimentar el amor verdadero. Si dominas este arte, serás como una guitarrista que no importa la guitarra que tenga entre sus manos ¡hará salir de ella melodías de celestiales! Muchas de nuestras parejas que rechazamos por razones superficiales, fueron aceptadas y son felices con otras personas que las ayudaron a superar sus miedos y sacaron música de ellas. No sabías que el problema era tu falta de habilidad para extraer las mejores melodías de su corazón. Ya lo sabes. De ahora en adelante, quítate los lentes oscuros, libérate de las cadenas del pasado ¡y extrae las mejores canciones del corazón de tu pareja!
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